La Toja Jabón de Manos Hidrotermal con sales minerales (2 Pack) 125g pastilla
Para tener unas manos cuidadas y una piel suave utiliza durante tu día a día el Jabón de tocador con Sales Minerales de La Toja. Sentirás tus manos renovadas, revitalizadas y relajadas.
La Toja
Más de 100 años de historia
Cuenta la leyenda que el descubrimiento de los manantiales de La Isla de La Toja sucedió de casualidad. Un cura abandonó en la isla a su asno enfermo para que pasase sus últimos días. Tiempo después regresó a la isla y se sorprendió al ver al animal sano, alegre y con el pelo brillante por haberse revolcado en las aguas de la isla. Esta historia comenzó a pasar de boca en boca, despertando el interés en estas aguas únicas. Así fue como unos mecenas decidieron abrir en 1899 el primer balneario de La Toja.
Por su calidad, su sofisticación y su glamour, su fama fue aumentando y traspasó fronteras. Por ello, se convirtió en una oferta interesante a los turistas de todo el mundo que acudían para disfrutar de esas aguas ricas en sodio, calcio, hierro y magnesio. Fueron estos visitantes los que quisieron llevar a sus casas las ventajas de estas aguas, así nacieron las Sales de La Toja, que les permitían beneficiarse de las propiedades termales de la isla incluso a miles de kilómetros de distancia.
A principios del 1900 la higiene personal tomo gran importancia, y el jabón se convirtió en la auténtica estrella del aseo. Acompañando esta revolución, en 1904 La Toja lanzó su primer jabón con todas las ventajas de sus sales minerales. Un producto que en sus primeros años, llegó a ser un suceso que traspasó fronteras con gran éxito internacional. Por ello la publicidad de La Toja de esa época nos hablaba de un jabón “único en el mundo”.
A principios de los años 20, la cosmética y la perfumería dejan de ser sólo para unos pocos y se vuelven accesibles a todos. Así es como La Toja comienza a ampliar su oferta de productos de higiene y cosmética que contaban con los beneficios de las sales de la Isla de La Toja. En 1934, con la introducción de productos de perfumería, comenzó a crecer nuestra fábrica, para satisfacer la creciente demanda de la época.
En los años de la guerra y la posguerra, la belleza y la cosmética dejan de ser prioritarios para los consumidores. Buscan productos que les ayuden en la salud. Y La Toja acompaña este cambio demostrando los beneficios terapéuticos que otorga la higiene con su jabón con sales minerales. También en esta época comienza el auge de los productos de afeitado de La Toja.
Superadas estos tiempos difíciles, con el retorno de la prosperidad también llegan nuevos hábitos. La gente ya no compra los productos por sus propiedades, sino también por su imagen y las sensaciones que les transmiten. Los fabricantes de cosméticos venden magia y glamour. Y La Toja responde a esta necesidad con el lanzamiento del Jabón Magno; el primer jabón negro como el ébano que produce una espuma blanca como la nieve. Este es sólo un paso en la modernización de La Toja, que también lanza una nueva agua de colonia que acompañará durante décadas los hogares españoles.
Los enormes cambios culturales de los 60 también se reflejaron en la cosmética, el ideal de la belleza se fue transformando. Y La Toja abre una segunda fabrica en La Coruña para lanzar nuevos productos que acompañen las nuevas necesidades de los consumidores. En los 70s, La Toja decide independizar las actividades del balneario de las industriales y crea La Toja Cosméticos S.A.
1975 es un año repleto de cambios. Además del año del regreso de la democracia a nuestro país, también es declarado año universal de la mujer, y el comienzo de la entrada de lleno de la mujer en el mundo laboral. Los tiempos cambian, los hábitos cambian. En el mundo de la higiene; el gel y la ducha ganan su espacio. Por eso, en 1979 aparece el primer gel de ducha Magno, con un gran éxito y aceptación del público. En los años 80, surge la conciencia ecológica. Una nueva generación se preocupa por el medioambiente y la naturaleza. La Toja se adelanta a su época y lanza una nueva generación de productos con materias naturales fabricados en la nueva planta de Culleredo, en A Coruña.
En los 90, el mundo sigue su progreso de cara al 2000. Europa se convierte en una realidad, no sólo en lo político sino también en lo comercial. Así es como La Toja pasa a formar parte de Henkel Cosmetics, que luego se convertiría en Schwarkopf & Henkel. Cambian los dueños, pero no cambian ni la fabricación ni la filosofía de la marca vinculada al termalismo. Es un paso más para mejorar la distribución y modernizar la marca de acuerdo a los nuevos tiempos.
Con la llegada del nuevo milenio, se afianza la cultura del termalismo y el spa. Más de 2.000 manantiales de aguas minero-medicinales, convierten a España en un referente por su cantidad y variedad de manantiales y balnearios.
En el 2011, La Toja reafirma este compromiso con el termalismo lanzando una completa gama de productos cosméticos inspirados en el SPA. Productos para el cabello y el cuerpo que permiten que millones de consumidores puedan vivir una experiencia SPA todos los días desde la comodidad de sus hogares.