Es un cava ideal tanto para acompañar el aperitivo (berberechos, almejas, cigalas, sardinas, pulpo), como una gran variedad de platos a base de fritos (gambas y calamares), platos caldosos (sopas y consomés), platos grasos (pies de cerdo), arroces, huevos estrellados, pescados, legumbres, quesos suaves. La fina presencia del carbónico lo hace refrescante y lo convierte en un complemento ideal para aligerar las digestiones.
Se recomienda servirlo a 6ºC y conservarlo en un lugar fresco y seco, siempre en posición vertical.
El cava no mejora con el paso del tiempo, por lo que se recomienda consumirlo no más tarde de 20 meses posteriores a su adquisición.